Llegó a Malvinas en 1829 embarazada y acompañada de sus hijos Luis Emilio (7 años), María Luisa (5 años), Sofía (que aún no caminaba).
Participó activamente de la fundación de Puerto Luis. Desde su llegada escribe un diario que se convirtió en un valioso documento. Allí relató la vida cotidiana en este pueblo argentino creado por gauchos, criollos, afros y europeos, hombres y mujeres. Su diario, el de Emilio Vernet y otros documentos, fueron de vital importancia para poder desarrollar la maqueta de Puerto Luis que está instalada en el Museo.