Por Luciano R. Moreno Calderón./ Unión Malvinizadora Argentina
A raíz de que el Coronel retirado Esteban Vilgre Lamadrid fuera designado como Director del Museo Malvinas1, Pal´Sur entrevistó a este Veterano de la Gesta de Malvinas condecorado con la medalla “Al esfuerzo y la Abnegación”. En esta charla, el Coronel Lamadrid expresó qué significa el museo para él y cuales son sus principales objetivos. “La idea es que este museo trasmita valores y amor a la patria” y “el público fundamental son los chicos de las escuelas, que son las mentes puras de nuestro país que no están manchadas con nuestros egoísmos de adultos”. Sobre cambios y continuidad dijo: “Que siga el lema “Memoria, Verdad y Justicia” para este Museo”.
Hace poco nos enteramos que vas a ser el Director del Museo Malvinas. ¿Cómo te lo ofrecieron, cuando sucedió, qué pensaste?
Hace unos meses, cuando me estaba por retirar, alguien me preguntó si me gustaría ir al Museo. Sabía que le habían preguntado a varios. No le di mucha bolilla al tema. En el medio de eso me retiré2 y me hice la idea de comenzar a descansar y estar con mi familia (a la que le había prometido que me iba a ocupar un poco de mi, que iba a descansar). En ese momento, sinceramente llegué a pensar en hacer vida de jubilado, y que quizás era justo: de hecho, en estos días me tendría que estar yendo a una luna de miel que cancelé, porque si uno toma una responsabilidad como la que estoy asumiendo, no podes aceptarla e irte de viaje, por mas que sea ad-honorem.
Me olvidé de esa propuesta no formal, y un día, mientras estaba trabajando de civil en Pilar, me llamó Nicolás (Kasanzew) y me comentó lo que estaba haciendo y lo que quería hacer. Apenas llegué a mi casa le avisé a mi familia que había aceptado ser Subdirector en el Senado en el tema Malvinas, y que lo hacía para coordinar algunas cosas y promover temas malvineros a nivel legislativo; una tarea muy necesaria e importante no solo para la Causa Malvinas y la Patria, sino para los que fueron a las Islas.
Luego de esto, un día me llama alguien y me pregunta formalmente si aceptaba ser el Director del Museo. Inmediatamente dije que sí. Como estaba ocupadísimo con otra cosa, en ese momento no me di cuenta que yo ya había aceptado para ser Subdirector en el Senado, cuando lo recordé de inmediato me puse en contacto con la Vicepresidente (por intermedio de otra persona) para comentarle lo que me habían propuesto y cual era mi visión y mi propuesta. Le comuniqué que mi idea era estar en los dos lugares y cooperar en la Causa Malvinas desde el Senado, y con la difusión de los valores de patria y heroísmo -para que la gente se sienta orgullosa de Argentina y de la bandera- desde el Museo. Así me ofrecí a esa doble función, y a hacer un sacrificio que estoy convencido vale la pena.
Estoy feliz porque encontré un lugar mágico: el museo nacional mas moderno que tiene hoy Argentina y con una energía muy fuerte en lo edilicio y en el espacio. Acá estoy por servicio a mi patria, y espero cuando me vaya haber dejado una página escrita en la historia del Museo.
Con respecto a donde está ubicado el Museo (ex ESMA) hubieron algunas personas que intentaron polemizar. ¿Qué significancia tiene para vos que el Museo esté donde está?
En principio hay que entender que el Espacio de la Memoria fue creado para un fin, y que el Museo Malvinas mucho no tiene ver con el Espacio de la Memoria. Yo para explicar este asunto cuento algo que me pasó hace poco. Arriba del museo hay una torre gigante -antes iluminada- que dice “Memoria, Verdad y Justicia”. Y cuando fui, una persona de esas que siempre ve la pata negativa de todo me dijo: “tenés que sacar ese cartel”. Yo inmediatamente le respondí: ¿Por qué?. ¿Las palabras no son patrimonio de alguien?. Este es el museo de la “Memoria” de nuestra soberanía, de la memoria de nuestro Atlántico Sur, del petróleo, de la pesca de la proyección antártica, del Pasaje de Drake. También es el museo de la “Verdad”, porque quiero que sepan la verdad sobre nuestra soberanía y la verdadera historia de la guerra de Malvinas. Y, finalmente, quiero “Justicia” a nuestros caídos y a nuestros valientes, que merecen tener un lugar mas importante que el hoy tienen en este museo. Asique que siga el lema “Memoria, Verdad y Justicia” para este Museo.
Y si bien obviamente, por las características del lugar y las condiciones para los cuales fue creado el Espacio para la Memoria condicionan las actividades de un museo, la idea siempre va a ser que este museo trasmita valores y amor a la patria. También queremos hacerlo federal, y trabajar mucho en las redes y en contenidos para los docentes y la gente del interior. En este sentido, nos gustaría poder durante el año enviar algunas muestras a las provincias con nuestros guías… Hay mucho por hacer y un largo camino.
¿Vos habías visitado con anterioridad el Museo?
Lo visité tres veces: el día de la inauguración (2014), cuando estaba Lorenz de Director (2018) y hace dos años (2022).
Es un Museo muy lindo, y yo creo que es un Museo Nacional que no es cualquier museo: creo que es un lugar donde se nuclea lo único que nos une transversalmente a los argentinos. Las Malvinas y el sentimiento malvinero no es patrimonio exclusivo de nadie: no es de los de derecha, ni de los de izquierda; no es de los libertarios, ni de los radicales, ni de los peronistas. Creo que es lo único que nos une a los argentinos, y ninguno de los que trabajamos ahí -o quienes queremos influir en sus contenidos- tenemos el derecho de ensuciar ese lugar y mancharlo con nuestros egoísmos y prejuicios.
Yo creo que es un museo que debe estar orientado a los chicos. Y también creo que tiene un capital humano muy bueno, con gente gente que quiere al Museo y muy bien intencionada (cada uno con su visión político-ideológica sobre Malvinas), y con ellos vamos a trabajar.
Creo que los contenidos del Museo y las muestras que fueron realizadas en 2014 tienen una visión particular, donde se olvidó la parte heroica de la Guerra y algunos valores, a la vez que se dejó la soberanía solo ligada a las riquezas y a la geopolítica. Y ahora me parece que tenemos que hacer un Museo donde aquel que entre, además de aprender todo esto, se sienta representado mas allá de sus bandera política. Y esto debe suceder porque está entrando al Museo de las Malvinas (no a otro) y debe salir imbuido de amor a la patria, orgulloso, feliz y contento, y apurado en llegar a su casa para contarle a sus amigos y familiares que estuvo en el Museo Malvinas, y que vale la pena visitarlo.
Para mi, el público fundamental son los chicos de las escuelas, que son las mentes puras de nuestro país que no están manchadas con nuestros egoísmos de adultos. A ellos tenemos que llevarles ese mensaje de orgullo de ser argentino, de amor a la patria, y todos esos valores de los soldados que fueron a la guerra -no por un gobierno de turno sino- por amor a la patria. Porque como decía el colorado Rada de la Federación de VGM de Santa Fe, “a los 10.000 que fuimos a Malvinas, mas los que estuvieron en los aviones o en los barcos, el pueblo argentino nos envió un mensaje cuando estuvimos en las Islas, incluso en papel, que nos decía que estaban orgullosos de que nosotros estemos ahí, y eso nos comprometía a pelear hasta morir por la patria”. A los chicos le tenemos que transmitir los valores de ese pueblo argentino que nos dio el honor de ser soldado en la Gesta de Malvinas.
Hace unos años estuve en la ex Yugolasvia, en una misión en la guerra de los Balcanes (1993), y un día fui a un tour que hacía Naciones Unidas para los soldados, en Viena (un museo de la guerra) y en este tour había un padre con su hijo viendo un documental de la historia de Austria. El padre, mientras pasaba el material, le iba comentando a su hijo algunas partes del video que se estaba transmitiendo, y cuando termina video le pregunté al papá qué sentía al mostrarle eso a su hijo, y el me respondió: “yo quiero que mi hijo se crie sabiendo que Austria tiene historia, y que esa historia la hicieron los soldados. No traje a mi hijo para que aprenda de la guerra, sino para que aprenda a amar a su tierra”. Y yo quiero que pase lo mismo en el Museo Malvinas.
Quiero que un papá lleve a su hijo al Museo Malvinas, y que le muestre una línea de tiempo donde pueda observar como hubo un señor llamado Vernet que dejó todo en San Isidro y se fue a vivir a Malvinas, que fue gobernador, que fue expulsado por los ingleses, y que cuando llegue a la parte de la guerra de Malvinas, se entere que, mas allá de lo que dice una parte de la historia sobre un loco que fue a tomar las islas, que sepa que hubo un loco que tomó las islas –no importa el fundamento profundo para recuperar Malvinas- pero recuperó tierra propia, hizo ondear la bandera el dos abril con el pueblo apoyándolo en la plaza, y el 14 de junio los cipayos ingleses nos volvieron a invadir como en 1806, poniendo la bandera inglesa.
Que los chicos sepan que en 1982 nuevamente los ingleses nos vinieron a robar nuestra tierra, y que mataron a nuestros soldados para robarnos. Y que sepan que lo que querían y quieren los británicos era algo que quedó muy claro cuando Lord Shakleton (1974) vino a los mares del Sur a hacer un relevamiento de nuestros recursos. Y que sepan esto es muy importante, porque todavía quedan algunos cipayos que dicen “nos iban a devolver las islas”. No iban a devolver nada y hoy vemos los resultados. Si mandaron semejante Task Force (en 1982), es porque querían y quieren el Pasaje de Drake, la posibilidad de proyectarse hacia la Antártida, el dominio de la Patagonia, la depredación de la pesca, la explotación del petróleo… Todo lo que vemos hoy.
Lo que hay que mostrar hoy en esa línea de tiempo, es que hubo un día en el que la Argentina y sus soldados decidieron morderle la cola al león ingles, y que los ingleses después de -a traición- hundir el Crucero Gral. Belgrano para poder hacer la guerra, nos invadieron nuevamente. Y hay que lograr que los chicos sepan que el 14 de junio es una fecha para recordar, porque fue la máxima resistencia de un grupo de argentinos que en cumplimiento de su mandato, sabiendo que la guerra ya estaba perdida, salieron a pelear igual y murieron en combate por amor a su patria. Por lo que ese día es una fecha para recordar, como se rememora la Vuelta de Obligado.
Cuando entrevisté a Nicolas kasazew me hablo de que había que recuperar ese arquetipo del argentino comprometido con la patria. ¿Eso es lo que va a buscar el Museo?
Tal cual. Yo no voy a hacer política ahí, porque sería un hereje si manchara la Causa Malvinas idiologizándola. Yo me despojé de mis pensamientos propios y de mi condición de soldado, y tomé esta responsabilidad como un servicio a la nación que me exige despojarme de todo eso.
Una vez mientras me preguntaba porque había sobrevivido a la guerra y qué era lo que Dios tenía para mi para poder devolverle algo a esos soldados que dieron todo por la patria, encontré como respuesta que tenía que ayudar y crear cuestiones relacionadas con la salud mental de los Veteranos de Guerra. Esa respuesta creí era la última. Ahora descubrí que no, que la patria tenía otras misiones para mi que yo no había contemplado, y es lo que quiero hacer. Mi objetivo que es cuando alguien ingrese en ese museo, salga orgulloso de ser argentino. Mi propósito es que ese Museo sea un bastión del amor a la patria, la defensa de la soberanía, la defensa de nuestras riquezas y de nuestro Mar Austral. Esta es otra guerra que quiero dar, y que es casi tan importante como la de Malvinas.
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